De acuerdo con la deontología de la profesión, definida por los códigos y textos de referencia actuales, el método de trabajo se basa en los siguientes principios:
Preservación del original:
- Conservar la integridad física de las obras.
- Respetar la importancia estética y histórica.
- Limitar los tratamientos solo a lo necesario.
Elección de los tratamientos:
- Utilizar productos y materiales compatibles con las obras, los cuales sean estables en el tiempo.
- Elegir productos, materiales y procedimientos según el nivel actual de conocimiento, para no dañar el patrimonio.
- Promover tratamientos reversibles.
- Diferenciar lo existente y lo restaurado.
Seguridad:
- Hacer intervenciones garantizando la seguridad de los trabajadores y de la gente.
- Respetar el medio ambiente.
Documentación:
- Escribir un informe (con imágenes) que incluya observaciones y que cuenta de las intervenciones.
- Transmitir una copia al responsable o dueño de la obra.
Para cada restauración se hace un análisis y una propuestas de tratamiento específico, esto se le proponen al dueño o responsable de la obra. En algunos casos el trabajo de restauración puede ser realizado en colaboración con otros especialistas (Historiadores, laboratorios especializados, arquitectos, entre otros profesionales).